4 Razones por las que las redes sociales son la droga dura del entretenimiento

No todas las formas de entretenimiento son iguales. Algunas te distraen, otras te destruyen.

Si las drogas destruyen cuerpos, las redes destruyen mentes. No te matan de una sobredosis, atacan tu capacidad de concentración, tus emociones y hasta tu billetera de a poco mientras sonríes frente a la pantalla creyendo que te estás divirtiendo.

Las redes sociales son la heroína del entretenimiento moderno. Así como en las drogas hay unas que puedes probar como el alcohol y otras que ni loco deberías tocar, en el entretenimiento pasa lo mismo. Ver películas, series, leer libros o jugar videojuegos puede ser adictivo, sí, pero tienen un daño mucho más bajo comparado con las redes. El problema es que las redes no son solo una distracción más, son un mecanismo perfectamente diseñado para engancharte y exprimirte hasta la última gota de atención. Y eso tiene un precio altísimo.

Aquí van 4 razones por las que las redes son el peor tipo de entretenimiento que existe.

1. No tienen fin, nunca

Una película termina, un libro se acaba, hasta los videojuegos que no son multijugador tienen créditos finales. En las redes no existe eso. Puedes pasar horas deslizando y siempre habrá algo más que ver. No hay pausa ni cierre y ese infinito es justamente lo que hace que te consuman la vida sin que te des cuenta. Es como comer de una bolsa de papas fritas que se rellena sola, pero en vez de comida te llenan de basura mental.

2. La máquina publicitaria perfecta

En una serie o en una película la publicidad es mínima o inexistente, y si está es fácil de ignorar. En las redes cada 3 o 5 publicaciones te meten un anuncio, y no es cualquier anuncio, es uno hecho a la medida de tus debilidades. Esto no solo vacía tu bolsillo con compras innecesarias, también te instala en la cabeza la idea constante de que lo que tienes no es suficiente. Son el equivalente digital de un vendedor que nunca se calla.

3. Destruyen tu concentración

Las redes están diseñadas para darte pequeñas dosis de dopamina cada pocos segundos y ese ritmo rompe tu capacidad de enfocarte en cualquier otra cosa. Con el entretenimiento tradicional la dopamina viene en curvas con momentos de calma y picos ocasionales. Las redes en cambio son una metralleta de estímulos. Si notas que cada vez te cuesta más leer, pensar o simplemente estar en silencio, ya sabes de dónde viene el golpe.

4. Atacan tu autoestima sin que lo notes

En las redes la gente muestra una vida que parece real pero es una ilusión cuidadosamente montada. El problema es que la consumimos como si fuera verdad y eso erosiona poco a poco tu amor propio. Comparas tu vida normal con una ficción y siempre vas a perder. En cambio cuando ves una película sabes que es ficción, puedes separar la fantasía de la realidad. Las redes borran esa línea hasta que no sabes en qué mundo estás viviendo.


Las redes sociales no son solo un pasatiempo moderno, son un experimento masivo para ver hasta dónde pueden manipularnos antes de rompernos. Puedes pensar que las usas por diversión, pero la realidad es que ellas te usan a ti para ganar dinero. Hay entretenimientos que son como una copa de vino y otros que son como inyectarte heroína directo a la vena. Las redes están en la segunda categoría y si decides seguir consumiéndolas hazlo con la misma conciencia con la que alguien manipularía esa droga, sabiendo que cualquier descuido te puede quemar por dentro.