El spanglish, idioma oficial de los malos programadores
Un reflejo de tu costumbre de pasar por encima de la mugre sin limpiarla
Sí, así como lo lees. Si hablas spanglish probablemente no eres buen programador. Y si ya te estás ofendiendo, probablemente seas justo de los que estoy hablando.
Yo siempre he defendido la pereza como madre del progreso humano. La pereza bien entendida es la que nos lleva a crear atajos inteligentes, a mejorar procesos y a pavimentar tus caminos diarios para que en el futuro se hagan más fáciles. Esa es la pereza buena, la que un programador necesita para ser eficiente a largo plazo.
El problema está en la otra pereza, la del hoy, la de no hacer nada, la de conformarse con lo que salga. Esa pereza es la que te hace repetir lo mismo todos los días sin mejorarlo nunca. Y en el mundo del desarrollo hay un símbolo clarísimo de esa pereza: el spanglish indiscriminado. Hablar así no te hace ver más profesional, te hace ver flojo.
Sí, claro, hay términos que simplemente no tienen una traducción cómoda en español o que ya se aceptaron como palabras en nuestro idioma. Por ejemplo, nadie va a ponerse a traducir 'Internet'. Pero seamos honestos, la mayoría de las palabras de inglés que se usan en programación no son necesarias. Son pereza mental, pura y dura. Y no, no es algo inocente ni un simple detalle, es un reflejo de un cerebro habituado a lo fácil y a lo mediocre.
Hablar spanglish es como caminar todos los días por el mismo pasillo lleno de mugre y hacerte el ciego para no barrerlo. Sí, puedes seguir avanzando, lo haces encima de la suciedad, acostumbrando tu cabeza a convivir con el desorden. Esa costumbre de ignorar lo sucio se convierte en tu manera de pensar: dejar que la mugre se acumule confiando en que nunca te va a estorbar, hasta que un día tropiezas con ella.
Si te da tanta pereza buscar la palabra adecuada en español para algo tan simple como comunicarte, ¿qué dice eso de cómo programas? ¿Será que tu cerebro también funciona con la misma lógica de atajo fácil aunque sea sucio? ¿Eres de esos que dejan funciones a medio terminar, sin comentarios claros, llenas de casos especiales parchados uno encima del otro en vez de pensar una lógica robusta que sirva para más de un caso?
Si no eres capaz de encontrar una palabra en tu idioma nativo, mucho menos vas a ser capaz de encontrar una solución elegante, eficiente y duradera a un problema real de programación.
No es que no se pueda programar con spanglish, claro que se puede, pero igual se puede vivir en una casa llena de basura. La diferencia está en si decides limpiarla o si prefieres seguir pateando la mugre.
Porque ojo, no es solo cómo hablas, es cómo piensas. Y la forma perezosa en la que tratas el lenguaje que usas para comunicarte muchas veces se parece a cómo tratas el lenguaje de programación: atajos rápidos, resultados a medias, cero cuidado por la claridad.
Así que piensa dos veces antes de soltar tu próxima spanglishada. Tal vez no sea solo una palabra, tal vez sea un reflejo de tu mente y de cómo programas.